Y es que me entra la "muerte pelá" cuando oigo a una banda tocar alguna marcha en semana santa; me tiemblan las piernas; y me encanta vivir la semana santa.
Nos vamos a ver salir las procesiones desde los templos; y si hay que esperar, pues esperamos echando una cervecita en el casco antiguo; si tenemos ganas, luego vamos a verlas encerrarse, e intentamos (sobre todo yo, con el pimpollo) ver las procesiones en los sitios mas bonitos y más trabajados por las cofradías.
La semana santa es como todo, puedes vivirla y disfrutarla, o puedes simplemente, admirarla. En nuestro grupo hay de todo, está el que no se quiere perder ni una salida, como es Merka; y está el que no quiere ver ninguna salida, como es Martini. Y luego estamos los demás, que entre que unos van a los barecillos a coger sitio, y los otros estamos, entrando y saliendo y dando la voz de alarma en el bar: ¡Que ya vieneeeeeeee!, pues echamos unos maravillosos días.
Un poco cansaditos, sinceramente, porque como no vamos en coche, sino andando, y aquí el casco antiguo está en todo lo alto, nos salen agujetas de tanto subir y bajar cuestas.
En fin, todo esto viene porque acabo de ver pasar a una banda de cornetas y tambores tocando para acompañar a una imagen que van a trasladar de templo.
Y es que, la semana santa es una maravilla; sobre todo el jueves santo por la noche y con la luna.
jueves, 5 de marzo de 2009
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3 comentarios:
atinaste... pero que remedio
Como representante de la minipandi del sur vengo a dejaros una reprimenda que habrás de transmitir a las demás ¡¡¡os dejo ahí al niño y me lo emborracháis!!! tú a partir de ahora dale sólo agüita, nada de alcoholes que luego no resucita en un día.
JAJAJAJAJAJA
Besotes!!!
Tiene usted toda la razón del mundo; pero hija, es que a este cuando le da por pedir copas, es que no tiene fin.
Y tranquila, que se va a enterar de tu reprimenda la lianta de la Superfashion.
Besitos niña; que me he reido un güevo con tu comentario.
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